Volverás a Alaska (Kristin Hannah)

Sinopsis:


Alaska, 1974. Indómita. Impredecible. Y para una familia en crisis, la prueba definitiva.

Ernt Allbright vuelve de la guerra de Vietnam convertido en un hombre distinto. Incapaz de mantener un trabajo, toma una decisión impulsiva: toda su familia comenzará una nueva vida en la salvaje Alaska, la última frontera.

Con apenas 13 años, su hija Leni ansía encontrar su lugar en el mundo, mientras que su mujer, Cora, estaría dispuesta a cualquier cosa por el hombre al que ama, aunque eso signifique seguirle en su aventura hacia lo desconocido.

En una inhóspita y remota esquina del país, los Allbright encontrarán una pequeña comunidad de hombres aguerridos y mujeres aún más fuertes en la que labrarse un nuevo futuro. Allí, Leni tendrá que madurar muy deprisa, enfrentándose al desafío de una naturaleza desmesurada y cruel, a lo que oculta su propia familia y a la tormentosa relación de sus padres. Pero cuando el invierno llegue y el frío y la oscuridad lo invadan todo, madre e hija descubrirán que, en un entorno hostil, nadie puede salvarte más que tú mismo.

Ficha del libro: AQUÍ

La novela nos sitúa en Seatle en 1974 y comienza presentándonos a los miembros de la familia Allbright, formada por Ernt Allbright, su esposa Cora y su hija de trece años Leni. Ernt ha luchado en la guerra de Vietnam y fue hecho prisionero. Cuando regresa al hogar, como tantos soldados tras haber sobrevivido a un conflicto bélico, lo hace con estRés postraumático. La convivencia familiar cada vez es peor, los traslados de un lugar a otro, las discusiones, los gritos y los llantos, les llevan a aceptar la herencia que por sorpresa recibe Ernt de parte de Bo Harlan, un compañero que perdió en la guerra. Se trata de un pequeño terreno con una vieja cabaña que se encuentra nada más y nada menos que en Alaska.

A priori, marcharse a Alaska no parece demasiado atractivo, pero tanto Cora, que haría lo que fuera por su marido como Leni, que los quiere a ambos por igual, no dudan en poner rumbo a su nuevo hogar. Ernt está seguro de que Alaska será capaz de hacer volver al hombre que se fue a la guerra y enterrar al que volvió.

Pero sobrevivir en Alaska no es comparable a nada que hayan vivido anteriormente. Yo que soy una amante de los inviernos, el frío, las mantas y las bebidas ardiendo, he quedado hechizada por todos los paisajes que Kristin Hannah nos describe en esta novela, pero no quiero ni pensar en pasar allí un invierno y creo que los Allbright no se pararon a valorar ese tema cuando decidieron poner rumbo a su nuevo destino.

Alaska se presenta como algo salvaje, es como volver atrás en el tiempo. Kaneq, su nuevo hogar, ni siquiera puede considerarse una ciudad. Apenas está compuesta de unas pocas viviendas, una tienda que tiene más o menos de todo, una vieja pensión y un bar destartalado. Eso sí, las pocas gentes que habitan Kaneq cuidan unas de otras y eso en esas latitudes es lo más importante de todo. La llegada de la familia Allbright se produce en verano y el entorno natural no les puede gustar más, pero a medida que van conociendo a sus vecinos, todos, absolutamente todos, les van preparando para lo que ha de llegar... su primer invierno en Alaska, que pondrá a prueba a toda la familia y es que cuando Ernt se siente encerrado, cuando no se puede mover de un sitio, comienza a aflorar el mal humor y tanto Cora como Leni, deben andar haciendo equilibrios para evitar que salte y se desate el infierno en la casa. La situación que esta familia vive, está descrita de un modo tan duro y a la vez tan delicado, que cuesta no ponerse en la piel de Leni, que a pesar de adorar a sus padres, no entiende ni lo que hace su padre, ni como lo acepta su madre.

Poco a poco todos se van conociendo, les van enseñando las cosas indispensables que necesitan para sobrevivir a meses de casi completa oscuridad y temperaturas bajo cero. Todos les ofrecen ayuda para que puedan empezar pero también se van dando cuenta de lo que pasa en esa casa y es que con lo que Ernt quizás no contaba es con que en Alaska, los vecinos forman piña y todos están atentos a lo que les ocurre y necesitan los demás.

Homer. Fotografía extraída de AQUÍ
Sin embargo, a pesar de la dureza de esas tierras Leni se enamora del lugar, además hace amistad con Mathew, el único chico de su edad que hay en Kaneq, aunque lamentablemente es hijo de Tom Walker, un hombre con buena posición pero de gran corazón, aunque eso Ernt no es capaz de verlo. Solamente lo desprecia por el dinero que tiene y encima cuenta con el apoyo del padre de su amigo fallecido, un viejo que está como una caldereta y en cuya compañía se emborracha con frecuencia.

Son muchas las cosas que viven los Allbright en Alaska y como vale la pena leer la novela yo ya no os contaré nada más, pero sí os diré que Kristin Hannah hace un maravilloso retrato del paisaje y consigue transmitir al lector la dureza y a la vez la belleza de una tierra inhóspita en la que es muy duro vivir, al menos en la década de los setenta, pero no imposible si le pones ganas y cuentas con la ayuda de tus vecinos. El detalle y mimo a la hora de describir este maravilloso entorno es uno de los puntos fuertes de esta historia y el otro sin duda sus personajes.

Si me tuviera que decantar por uno, sería sin duda Leni. La vemos crecer, madurar, convertirse en una mujer que no entiende una relación como la de sus padres, pero a los que no puede dejar de querer.
Cora, también es un personaje magníficamente perfilado, aunque difícil de comprender. Ella solo espera que en algún momento aquel hombre que conoció antes de Vietnam regrese a su lado y es capaz de soportarlo todo... o casi todo.

En cuanto a los personajes secundarios, destacaría a Mathew, que también debe enfrentarse a una tragedia en su vida y a Marge la Grande, que para mí se convirtió en el ángel de la guarda de las mujeres de esta familia. Me ha encantado esta antigua fiscal de Washington, que dejó su vida atrás para abrir una tienda en Kaneq.

"Volverás a Alaska" es una conmovedora y preciosa novela, con momentos muy duros, emotivos, dolorosos, tristes, pero en la que también hay lugar para la esperanza. Una novela que nos habla del carácter y arrojo de un pueblo en el que seguramente la mayoría de nosotros no aguantaríamos una semana. Una historia escrita maravillosamente, al igual que "El ruiseñor" y que no voy a entrar a comparar porque las tramas nada tienen que ver. Os recomiendo las dos. Yo estoy segura de que volveré a encontrarme con la prosa de Kristin Hannah de nuevo, porque es de esas autoras que dejan huella.

Así suena el comienzo de: "Volverás a Alaska"

Podéis leer las primeras páginas de esta novela: AQUÍ

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